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Clik here to view.Las tendencias en publicidad en soportes móviles son preocupantes: una vez más, parece un escenario en el que todo se conjuga para ofrecer una experiencia de usuario cada vez peor, con formatos cada vez más absurdamente intrusivos combinados con anunciantes y agencias completamente estúpidas que no dudan en vender como gran éxito unas tasas de clickthrough mayoritariamente provocadas por los errores de usuarios que tratan de librarse de sus anuncios. En la pequeña pantalla del móvil, nuestros dedos parecían “más gordos”, y terminábamos en muchas ocasiones haciendo clic en anuncios en los que no teníamos el menor interés, anuncios que simplemente se interponían en nuestra experiencia de usuario y la degradaban.
La tendencia es paralela a lo ocurrido anteriormente en otros soportes, que se van “estropeando” hasta que alguien decide tomar el toro por los cuernos y aplicar tecnología. En su momento, en la llamada “batalla de los pop-ups“, cuando llegamos al extremos de que las ventanas emergentes “huían” del puntero del ratón para evitar que pudiesen ser cerradas o “simulaban” el botón de cierre con imágenes para engañar al usuario y que hiciese clic, llegaron los bloqueadores de pop-up lanzados por empresas como Google, y se incorporaron por defecto a los navegadores. Posteriormente, hemos podido ver cómo el incremento en la cantidad de publicidad en la red llevaba al desarrollo de los bloqueadores de anuncios, que actualmente llegan, en algunos demográficos y países, a porcentajes de adopción de hasta un 40%. En este contexto, la publicidad en el móvil parecía seguir el mismo camino, pero en un entorno aparentemente más controlado, en el que resultaba como mínimo complejo o farragoso defenderse del acoso.
Cuando hace un par de años Google eliminó de su Play Market las apps de bloqueo de publicidad, muchos pensamos que era un evidente error, una forma de amenazar la experiencia de usuario. La prohibición no impedía que los usuarios instalásemos ese tipo de apps, pero sí dificultaba la operación obligando a llevar a cabo una instalación desde fuera del Play Market, algo sencillo pero que muchos usuarios sencillamente no se planteaban o no sabían hacer. El movimiento llevó, entre otras cosas, a que el líder en el bloqueo de publicidad, AdBlock Plus, lanzase un navegador propio para el móvil con bloqueo de publicidad incorporado, pero tomando como base Firefox. Ahora, ese movimiento va a ser también posible recurriendo a Chrome: Google ha liberado la práctica totalidad del repositorio de código del navegador, lo que permite que cualquiera pueda construir sobre él su propia versión e incorporar las prestaciones que estime oportunas. Dado que los add-on de bloqueo de publicidad están entre los más populares en los navegadores para ordenadores, lo normal es esperar que ese nivel de popularidad se repita con patrones similares en el mundo móvil, lo que nos llevará, más pronto que tarde, a esa esperada auto-regulación de los formatos de publicidad móvil que evite que la experiencia de usuario siga avanzando en su degradación.
Este tipo de evolución resulta, desde muchos puntos de vista, paradójica: problemas creados por la tecnología, que son posteriormente solucionados gracias a la tecnología. Lo que la tecnología te da, la tecnología te quita. Si eres usuario, decididamente buenas noticias: pronto tendrás herramientas para defenderte de lo que progresivamente parecía estar convirtiéndose en un acoso cada vez más insoportable. Si eres anunciante, agencia o soporte… plantéate qué cosas puede que estés haciendo mal.
This article is also available in English in my Medium page, “Mobile advertising: help is at hand“
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